El contrato con opción a compra puede ser una alternativa para aquellas personas que quieren convertirse en propietarios de una vivienda pero que no tienen el dinero suficiente para comprar una vivienda en ese momento.
 
En Hogava te explicamos cómo funciona el contrato con opción a compra.
 
Un contrato de opción de compra es un acuerdo entre dos partes en el cual una de ellas, tiene el derecho, aunque no la obligación, de comprar un activo (por lo general un bien inmueble) a un precio acordado en una fecha determinada en el contrato. La otra parte, el vendedor, se compromete a vender el activo a ese precio si el titular de la opción decide ejercer su derecho.
 
El contrato es doble: por alquiler y por compraventa y suele incluir detalles como el precio de compra, la fecha de vencimiento de la opción de compra, el precio, las condiciones bajo las cuales el titular de la opción puede ejercer su derecho, y las condiciones bajo las cuales el vendedor está obligado a vender el activo. Asimismo, el dinero que se paga durante el tiempo de alquiler se descuenta de manera parcial o total del precio de venta.
 
El inquilino puede elegir no ejercer su derecho si simplemente cambia de opinión sobre la compra. En ese caso, el contrato de opción de compra se vence sin que se realice la transacción, pero perderá el dinero de la prima que haya pagado previamente.
 
Por otro lado, si el titular de la opción decide ejercer su derecho, el vendedor está obligado a vender el activo a ese precio acordado en la fecha establecida.
 
En resumen, un contrato de opción de compra le da al titular de la opción y la flexibilidad de decidir si desea o no comprar un activo a un precio acordado en un futuro determinado, mientras que también le da al vendedor la seguridad de saber que, si se ejerce la opción, el activo será vendido a ese precio acordado.